Moda con conciencia
Mientras el tiempo se acaba y el planeta se calienta, diseñadores de moda conscientes toman acción para salvarlo
Nota del editor: Publicamos este artículo para coincidir con New York Fashion Week. Para la versión en inglés haga clic aquí.
Gladys Ciriaco tenía 8 años cuando empezó a aprender las técnicas ancestrales del tejido maya en Santa María de Jesús en Guatemala. Pero tenía prohibido usar sus habilidades para trabajar.
“Mi esposo no me dejaba salir, no me dejaba trabajar”, dijo. “Él tomaba demasiado, entonces el abuso era psicológico, pero también físico. Me amenazaba, me pegaba”.
Hace 11 años, la vida de Ciriaco cambió cuando conoció a la diseñadora de moda Alida Boer, Miss Guatemala 2007 y fundadora de Marias, una compañía en las ciudades de Guatemala y de Nueva York que produce bolsas y accesorios hechos a mano.
Ahora, a sus 37 años, Ciriaco tiene trabajo fijo. Se encarga de supervisar a las tejedoras que forman parte de la red de 600 artesanos que crean artículos hechos a mano para Boer. Además, se enorgullece de su rol como una de las líderes de la marca, que conlleva conseguir la materia prima y evaluar las prácticas sostenibles de las granjas donde la compran.
“Utilizan el abono natural. No utilizan químicos”, dijo Ciriaco, refiriéndose a las granjas donde cultivan el algodón y producen los hilos que usa la compañía. “Es muy importante no solo saber que están produciendo bien el hilo, sino también conocer y ver cómo lo producen”.
La lucha contra el cambio climático quizás no parezca estar vinculada con la calidad de vida de las mujeres, como es el caso de Gladys Ciriaco. Pero en las últimas tres décadas, ha habido un mejor entendimiento sobre la estrecha relación entre el empoderamiento de la mujer y la sostenibilidad ambiental. Esto, junto con una gran cantidad de evidencia que demuestra que la industria de la moda contribuye enormemente a la destrucción ambiental y el cambio climático, ha impulsado un nuevo modelo de producción textil que es mejor para el planeta y para los trabajadores.
“Hacer un esfuerzo deliberado para contratar a locales y proveer buenas condiciones de trabajo, salario justo y apoyo a estas comunidades mientras se respetan prácticas sostenibles con recursos locales, hace una diferencia enorme”, dijo Frances Colón, nativa de Puerto Rico y directora general de políticas internacionales de cambio climático en el Centro de Progreso Americano.
Se estima que la industria de la moda - su producción y consumo - es responsable de un 3% a un 10% de emisiones de gases de efecto invernadero globales. Y se espera que esa cifra aumente en los próximos años.
“Se pronostica que la moda hará aumentar la emisión de gases invernaderos en un 24% o 25% para el año 2050”, dijo Colón, quien además es miembro del Consejo Presidencial de Asesores en Ciencia y Tecnología de la administración Biden. “Por lo tanto, necesitamos frenar esto ahora mediante el desarrollo de mejores métodos. Hasta la mitad de una unidad de porcentaje cuenta, porque contribuye al aumento de temperatura con consecuencias catastróficas al ecosistema que impactan horriblemente a las comunidades: inundaciones masivas que se han llevado tantas vidas, huracanes, incendios, sequías como jamás antes hemos visto”.
Un lujo diferente
Para muchos diseñadores latinos cuyas culturas incluyen tradiciones ancestrales en la creación de prendas, la tendencia de crear moda sostenible es algo que llevan en la sangre. La diseñadora de moda uruguaya Gabriela Hearst habló recientemente sobre un nuevo concepto de lujo. Representando a la industria de moda en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) en Glasgow, Escocia el pasado noviembre, Hearst habló sobre exquisitas prendas elaboradas a mano creadas para perdurar, o para pasarlas de generación a generación, una tendencia que lentamente está conquistando a la industria de la moda.
“La gente se olvida que algo que es 100% hecho a mano, solo la mano humana puede hacerlo”, dijo Hearst, fundadora de la colección de bolsas y ropa Gabriela Hearst y directora creativa de la marca de lujo Chloé.
Un alarmante nuevo estudio publicado por Slow Factory – un instituto educativo y de investigación sin fines de lucro dedicado a crear una sociedad benévola con el clima – vincula a grandes marcas de moda con la deforestación de la selva del Amazonas, y el irreversible colapso de ese ecosistema. El estudio realizado por Stand.earth Research Group culpa a la industria del ganado de ser la mayor causante de la deforestación del Amazonas, basado en su conexión con la industria del cuero. Este grupo de científicos se especializa en rastrear la materia prima, los orígenes de la destrucción del medio ambiente y las violaciones a los derechos humanos. Los datos que recogen son usados para exponer a compañías y a su impacto al medio ambiente, y con suerte, coaccionarlos a que cambien sus prácticas destructivas.
Colón advirtió que las empresas de moda usan muchos productos derivados de los combustibles fósiles. “Mucha de la producción de moda se hace con poliéster, que es literalmente el plástico derivado de los combustibles fósiles”, dijo. “Así que tiene los mismos problemas que vemos en otras industrias donde la fabricación del producto final usa los combustibles fósiles que producen las emisiones que calientan el planeta”.
“Me di cuenta que todos esos textiles tejidos eran ‘alta costura,’ y que no eran apreciados”.
Empoderar a las mujeres y preservar las técnicas del tejido tradicional maya con prácticas sostenibles han sido las metas principales de Alida Boer con su línea Marias.
Boer dijo que los textiles de su empresa “son 100% hechos a mano”, refiriéndose a los elaborados tejidos de las blusas indígenas tradicionales llamadas huipiles, que han inspirado su colección. Los huipiles son hechos con dos o tres telas unidas con puntadas, cintas o lazos. “Hay huipiles muy lindos hechos a máquina que llevan diez minutos”, dijo Boer, “pero nuestros huipiles llevan meses de trabajo”.
Boer, madre de dos hijos y concursante de Miss Universo en 2007, ahora vive con su familia en Manhattan, donde está localizado su estudio. Cuando viajó por el mundo como modelo y recorrió su país haciendo trabajo caritativo como Miss Guatemala, descubrió la riqueza de la cultura maya. “Guatemala tiene una de las herencias artesanales textiles más grandes en complejidad y una riqueza en técnicas de textiles del mundo”, dijo. “Me di cuenta de que todos esos textiles tejidos eran ‘alta costura,’ y que no eran apreciados”.
Con metas de sostenibilidad similares, Hearst se asoció con artesanas tejedoras de Manos del Uruguay, Madres & Artesanas Tex en Bolivia, y las tejedoras Navajo en Estados Unidos.
Madres & Artesanas Tex se especializan en los métodos de producción a mano como el macramé (una técnica usando nudos), crochet y otros estilos de tejido. Las mujeres de zonas rurales de Manos del Uruguay son expertas en la elaboración y el tejido de la lana.
Usando esas habilidades pasadas de generación en generación, estas mujeres han visto su trabajo representado en los mercados y las pistas de modelaje internacionales más exclusivas.
“Estas mujeres que crean estos productos con una conciencia ambientalista para diseñadores de moda sostenible, también están protegiendo su medio ambiente porque están usando sus recursos locales de una manera sostenible”, dijo Colón.
Otras preocupaciones sobre el impacto ambiental se extienden al uso de los tintes que se utilizan en la fabricación de la ropa. “Si estás haciendo jeans, ¿cómo los haces azul o negro?” Colón pregunta. “Esos tintes terminan en el agua. Entonces estás afectando al suministro del agua cuando usas el agua para cultivar, y estás afectando el suministro del agua cuando descartas los tintes”.
Boer dijo que la línea Marias se elabora mayormente con algodón crudo de Guatemala. Ella usa tintes naturales principalmente, pero señaló que era imposible obtener todos los colores de la naturaleza. Pero explicó que “compramos los tintes de una compañía que trabaja con químicos que son seguros y aprobados”.
Boer dijo que los tintes vienen de proveedores que tienen la certificación B-Corp, lo cual significa que tienen altos estándares de transparencia y de ética de trabajo social y ambientalista. “Sé que son responsables”, dijo Boer.
Eso es parte del enfoque holístico de Boer en el diseño y la fabricación de la moda. “Es nuestro arte. Detrás de una bolsa hay una mujer que le puso semanas trabajando y que le puso todo el amor. Todas nuestras piezas tienen historia, tienen cultura”, dijo refiriéndose a los textiles hechos a mano.
Para Gladys Ciriaco, trabajar para Boer le permitió cambiar la dinámica de su propio hogar. Agarró fuerzas para enfrentar a su marido y le dijo que si no podía trabajar, se iría. “Me independicé de mi marido. Ahora soy la jefa”, dijo riendo.
Su esposo, que también es tejedor, ahora trabaja para ella.
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Mariela Murdocco es una periodista y fotógrafa bilingüe de multimedia que ha sido nominada cinco veces a los premios Emmy. Nacida en Uruguay y basada en la Ciudad de Nueva York, comenzó ambas carreras simultáneamente en el 2002. Ha trabajado como reportera, productora de televisión, presentadora, fotógrafa y camarógrafa para Consumer Reports, Telemundo, News 12, The NY Daily News, Banda Oriental, The Jersey Journal y La Prensa Asociada. También trabajó como corresponsal de televisión para el Canal 7 en Uruguay y ha colaborado con publicaciones como The Guardian, The Huffington Post, Hola TV y Fox News Latino. En el 2012, Mariela fue elegida por votación como la directora nacional independiente en español de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos.