Una nueva estrategia

 
 
 
Reyna Montoya en enero de 2020 durante un evento al que acudieron cerca de 300 "soñadores" al Capitolio de Arizona para pedirles a representantes legislativos y senadores que les permitan tener acceso a una matrícula universitaria reducida. Foto de Beatriz Limón.

Reyna Montoya en enero de 2020 durante un evento al que acudieron cerca de 300 "soñadores" al Capitolio de Arizona para pedirles a representantes legislativos y senadores que les permitan tener acceso a una matrícula universitaria reducida. Foto de Beatriz Limón.

Para darle un revés a una saga de leyes antiinmigrantes, un grupo de Dreamers inagotable adopta una nueva estrategia, peleando una batalla a la vez

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En la casa de Reyna Montoya no predominan los cuadros decorativos. En cambio resaltan las pizarras y las láminas con agendas políticas, diagramas de análisis y carteles con frases inspiradoras para los inmigrantes en Estados Unidos. Aparte de ser su hogar, es la oficina de la activista que fue artífice de una de las victorias más representativas para los Dreamers en Arizona.

Esta luchadora en pro de los derechos de los indocumentados es la fundadora de la organización Aliento en Arizona. A través de esa plataforma los jóvenes soñadores desarrollaron una estrategia para enviar a la boleta electoral del 2022 una resolución legislativa que permita que los estudiantes indocumentados accedan a colegiaturas igualitarias.

Montoya cabildeó por esta resolución en la Legislatura Estatal de Arizona, que históricamente ha tenido una mayoría republicana, para que los votantes decidieran si parte de la Proposición 300 debía ser revocada.

La pieza legislativa entró en vigor en diciembre de 2006 durante el apogeo de las leyes antiinmigrantes en Arizona. Encontró eco en el temor de los votantes a los cambios demográficos en el estado y dejó a miles de graduados indocumentados sin ciertos beneficios públicos, teniendo que pagar el triple por las colegiaturas universitarias. Además, negó a los adultos la educación gratuita de inglés y el cuidado de niños sin documentos legales. 


Montoya, junto con su pareja sentimental y aliado en la lucha, José Patiño, lideró a cientos de jóvenes que venían de escuelas, colegios comunitarios y universidades del estado para ser los voceros de su propia causa. 


La también directora de Aliento, que fue incluida en la lista de la revista Forbes de los 30 jóvenes menores de 30 años más influyentes por su labor social, relata a palabra la estrategia que empezó en 2019 para lograr que los soñadores estén ahora más cerca de lograr beneficios ya obtenidos en Maryland, New Jersey, Oregon y Washington.

En estos estados los jóvenes tienen acceso a becas, fondos para estudios superiores y apoyos estudiantiles sin importar su estatus migratorio, según datos de la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales.

Montoya, junto con su pareja sentimental y aliado en la lucha José Patiño, lideró a cientos de jóvenes que provenían de escuelas, colegios comunitarios y universidades del estado, para ser los voceros de su propia causa. 

Primero, la mexicana canalizó sus conocimientos y energía para organizar a jóvenes acogidos por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), protegidos temporalmente de la deportación.

Reyna Montoya y su pareja José Patiño organizaron a muchos jóvenes beneficiarios de DACA y sus testimonios convencieron a muchos políticos conservadores de revocar parte de la Proposición 300. Foto de Beatriz Limón. 

Reyna Montoya y su pareja José Patiño organizaron a muchos jóvenes beneficiarios de DACA y sus testimonios convencieron a muchos políticos conservadores de revocar parte de la Proposición 300. Foto de Beatriz Limón. 

Estos fueron pieza clave para atraer la atención de los políticos sobre los beneficios de apoyar la educación superior durante repetidas visitas al capitolio arizonense.

Montoya no solo se enfocó en los estudiantes, sino en los políticos tanto demócratas como republicanos, buscando aliados que se encontraran relacionados con la educación.

 “Buscamos a los legisladores que fueran maestros, que se desempeñaran en distritos escolares y dirigieran las comisiones de educación”, describe con una sonrisa.

Aunado a eso, consiguió que más de 130 líderes empresariales, religiosos y cívicos firmaran una carta enviada a Rusty Bowers, el líder de la Cámara de Representantes de Arizona, para llevar a cabo la votación “lo más pronto posible” para que la propuesta SCR 1044 se incluyera en la papeleta electoral el 8 de noviembre de 2022.

Fue así como lograron que el proyecto fuera presentado por el senador estatal republicano Paul Boyer a principios de febrero de 2021 y que fuera copatrocinado por la representante de su misma facción Michelle Udall. 

“Lo hicimos. Es tan raro cuando se puede decir que se aprobó una ley que realmente cambia vidas, y este proyecto de ley cambia alrededor de 2.000 vidas cada año”, declaró Boyer en una conferencia de prensa. 

Anualmente, 2,000 estudiantes indocumentados se gradúan de la secundaria en Arizona y enfrentan limitaciones para poder costear su educación terciaria, de acuerdo al Instituto de Políticas Migratorias. 

A Boyer se le unió el representante Joel John, uno de los republicanos que levantó la voz a favor de los estudiantes al declarar que “los soñadores son una fuerza laboral educada y esencial para el futuro del estado”.


“Debemos ser bien honestos y decir mira, ahora la reforma migratoria es algo por lo que quiero luchar, pero ese camino está bloqueado, entonces avanzamos por una avenida o lo perdemos todo.”


Montoya, de 30 años, nacida en Tijuana, Baja California, y quien emigró junto a sus padres a Arizona en 2003, recordó que la primera aliada de la oposición que los apoyó fue la republicana Heather Carter, líder del Comité de Educación Terciaria y Desarrollo de la Fuerza Laboral en 2019.

En el 2019 Carter, en colaboración bipartidista, presentó un proyecto de ley que proponía que los colegios públicos y universidades estatales crearán una matrícula especial para los estudiantes graduados de la secundaria en Arizona pero que no eran considerados residentes del estado, un grupo que hubiera incluido a los Dreamers.

Sin embargo, la legisladora perdió su reelección, lo que dio marcha atrás a una parte del camino que ya se había recorrido.  

“Al perder su apoyo fue complejo empezar de cero”, dice Montoya.

Finalmente los legisladores demócratas, con el apoyo de tres republicanos: Boyer, Tyler Pace y T.J. Shope sacaron adelante la resolución SCR 1044. 

Reyna Montoya abraza a Darían Benítez celebrando el triunfo de la resolución SCR 1044. Foto cortesía Aliento.

Reyna Montoya abraza a Darían Benítez celebrando el triunfo de la resolución SCR 1044. Foto cortesía Aliento.

Una batalla a la vez

Este triunfo se enfocó en una sola batalla, en la de conseguir colegiaturas igualitarias para los estudiantes indocumentados en Arizona.  

“Tuvimos varios tropiezos en el camino, pero la matrícula estatal es el primer paso, no podemos seguir diciendo o todo o nada, porque siempre nos vamos a quedar con nada”, dice Montoya.

Esa opinión es compartida por la analista política Carmen Cornejo, quien decidió alejarse de la lucha que inició junto a los “soñadores” cuando intentaban presentar el DREAM Act a nivel nacional. La propuesta que se ha presentado en varias versiones por los últimos 20 años ofrece un camino a la ciudadanía para jóvenes como Montoya.

“Ese fue el gran error de hace 10 diez años. Los soñadores decidieron luchar por una reforma migratoria, cuando era casi una realidad que se hubiera logrado el DREAM Act. Nosotros les dijimos que lucharan por los Dreamers como primera etapa, luego vendría el paquete completo”, señala a palabra.

Montoya recuerda sentir lo mismo. 

“Imagínate que hubiera pasado el DREAM Act en el 2010. En este momento fuera ciudadana y hubiera podido peticionar a mis padres. Imagínate cuántas personas así se hubieran beneficiado. A veces no debemos aferrarnos a un camino,” dice.

“Debemos ser bien honestos y decir mira, ahora la reforma migratoria es algo por lo que quiero luchar, pero ese camino está bloqueado, entonces avanzamos por una avenida o lo perdemos todo”, agrega.

Fue por eso que con más de 10 años en la lucha, entendió que tenían que fijarse un solo objetivo, dejando a un lado los sentimientos de culpabilidad por no incluir otros beneficios, “que consideraremos en la lucha a futuro”.

Organizadores de Aliento después de una conferencia de prensa, tras la aprobación de la resolución SCR 1044. Foto cortesía Aliento.

Organizadores de Aliento después de una conferencia de prensa, tras la aprobación de la resolución SCR 1044. Foto cortesía Aliento.

Opiniones divididas en el camino a seguir

Pero esta decisión también desanimó a algunos activistas y demócratas como el senador Martín Quezada, quien votó a favor de la resolución, aunque con algunas reservas al respecto.

“Estuve parcialmente en desacuerdo porque solo revoca partes de la Proposición 300”, dice Quezada en entrevista con palabra. “Las otras partes afectan a la comunidad latina y las familias inmigrantes”.

El seguir la estrategia de pedir poco mantiene a la comunidad oprimida y callada. Si hubieran luchado por todo hubiéramos podido obtenerlo, declara el demócrata.

El senador asegura que los mismo sucede a nivel nacional, y es categórico al señalar que debe buscarse una reforma migratoria integral.  

“Es lo que nuestra comunidad merece”, dice. “Si pedimos más, vamos a ganar más”.

Y aunque Montoya coincide en esa idea con Quezada, cuestiona las consecuencias y efectividad de lo que el legislador plantea.

 “Al final del día la pregunta que tenemos que hacernos es para las personas que específicamente estamos siendo impactadas por esas pólizas. ¿Queremos esto, o no queremos nada?”.


“Es una propuesta que te puede llevar al éxito, pero con riesgos, ya que si los votantes no les favorecen, el resultado queda en la Constitución y no hay forma de cambiarlo”.


La activista reconoce que el siguiente paso es persuadir a los votantes, y con el apoyo de varias organizaciones se están fincando las bases en la campaña “Become Arizona” para educar a la ciudadanía sobre la importancia de la propuesta que aparecerá en la boleta electoral.

“Estamos en los pasos preliminares para hacer una coalición más grande de varios líderes en Arizona. Hay tanto que educar en política, pero queremos ser muy específicos en solo enfocarnos en el voto de la matrícula (universitaria) estatal”, expresó.

Esta situación preocupa a Cornejo, ya que considera muy “riesgoso” someter de nuevo a votación una decisión que queda en las manos de la ciudadanía.

“Es una propuesta que te puede llevar al éxito, pero con riesgos, ya que si los votantes no les favorecen, el resultado queda en la Constitución y no hay forma de cambiarlo”, explicó. 


Un 86% de los arizonenses apoyan el camino hacia la ciudadanía para los beneficiarios de DACA.


El más reciente sondeo realizado por Aliento y avalado por OH Predictive Insights a principios de marzo de 2020, muestra que 3 de cada 4 votantes de Arizona apoyan la matrícula igualitaria estatal para los soñadores.

Impulsado por los favorables resultados que arrojan los números, el analista político y director de AZ Democracy Collaborative Flavio Bravo aseguró a palabra que es un “buen momento” para que la proposición esté en la boleta.

Una encuesta realizada por Gallup y el Centro para el Futuro de Arizona (CFA, por sus siglas en inglés) encuentra un acuerdo generalizado entre los arizonenses a favor del tema de los soñadores, donde el 86% apoyan el camino hacia la ciudadanía para los beneficiarios de DACA.

Se trata de una elección intermedia, donde se elegirán puestos claves como el de gobernador, así como candidatos estatales y legislativos, y eso favorece la participación, agrega Bravo.

“En 10 años la perspectiva en el estado ha cambiado, el público entiende las historias de los Dreamers quienes han crecido aquí junto a sus familias, saben que pagan impuestos y son participantes del sistema escolar hasta que llegan a la universidad”, detalla. 

Un nuevo reto para los “soñadores”

El reciente anuncio de un juez federal de Texas que declaró que el programa de Acción Diferida era ilegal y que frena la aprobación de nuevas solicitudes se ha convertido en un nuevo reto para los “soñadores”. La decisión sería apelada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos según anunció el presidente Joe Biden. 

Daniela Chavira en el Capitolio Estatal de Arizona, el 16 de enero de 2021. Foto cortesía Daniela Chavira.

Daniela Chavira en el Capitolio Estatal de Arizona, el 16 de enero de 2021. Foto cortesía Daniela Chavira.

Daniela Chavira, una nueva solicitante de DACA quien llegó a Arizona procedente de Hermosillo, Sonora, a los seis meses de nacida, dijo sentirse “devastada” por la decisión dada a conocer a finales de julio y que afectará su futuro. 

“Cuando recién pude aplicar para el programa (el presidente Donald) Trump lo suspende, y luego intenté en enero de este año, tenía ocho meses esperando y lo vuelven a parar. Nunca en mi vida he sabido lo que es DACA”, dijo a palabra la joven de 19 años.

Daniela tuvo que costear su carrera de ingeniería mecánica en una universidad privada pagando casi 17.000 dólares por semestre, una notable diferencia a lo que sufragarán sus hermanos que nacieron en Estados Unidos.

Montoya toma un breve descanso de su trabajo de su activismo junto a su perrita Zoe. Foto de Beatriz Limón.

Montoya toma un breve descanso de su trabajo de su activismo junto a su perrita Zoe. Foto de Beatriz Limón.

La desesperación y el temor de Chavira es lo mismo que ha sentido durante años Reyna Montoya.

Cuando en 2010 entró en vigor en Arizona la ley SB 1070, que le permitía a los departamentos policiales cuestionar el estatus migratorio de los detenidos si sospechaban que se encontraban ilegalmente en el país, supo que tenía que hacer algo para luchar por su comunidad.

La necesidad de proteger a sus padres y hermanos de la deportación fue lo que la catapultó a convertirse en la estratega que llevó a la boleta electoral una propuesta que parecía inalcanzable.

Eso también hizo que fuera la primera de su familia en asistir a una universidad, terminar dos licenciaturas y concluir un curso en la Universidad de Harvard.

“A veces pensamos que solo tenemos una oportunidad, pero lo que he aprendido después de estar involucrada en esta lucha por años, es que en vez de sentirnos derrotados, los golpes nos dan más fuerza para seguir peleando por nuestros derechos”, aseguró la activista, quien presurosa revisaba su agenda totalmente saturada por las reuniones que la mantienen ideando la manera de lograr más victorias para los “soñadores”.

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Beatriz Limón es una periodista independiente que fue corresponsal en Arizona y Nuevo México de la Agencia Internacional de Noticias EFE. Licenciada en Ciencias de la Comunicación, fotógrafa profesional y columnista para periódico El Imparcial.

 
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