Cuando la desinformación acecha a la diáspora

 

Foto de Jennifer A. Ortiz para Feet in 2 Worlds. Foto collage de Yunuen Bonaparte/palabra

 

Los radioescuchas de habla hispana en Estados Unidos enfrentan la amenaza de la información engañosa y falsa que va en aumento. Al mismo tiempo, los expertos advierten sobre su potencial impacto en el voto latino de las próximas elecciones.

 
 

Nota del editor: Este reportaje forma parte de la serie, Radiofrecuencia de engaños/Frequency of Deception, compuesta por seis entregas producidas por Feet in 2 Worlds, en colaboración con Notes from America de WNYC, palabra, y Puente News Collaborative, sobre la difusión de desinformación e información falsa en la radio en español de Estados Unidos.

La pieza radial incluída en esta historia fue producida en colaboración con Notes from America, de WNYC.

Click here to read this story in English

Valeria Polonsky está preocupada. Polonsky, una mujer latina que ha vivido en el área de Miami, Florida, durante los últimos 20 años, está intranquila por las elecciones presidenciales, en particular por la falta de diálogo entre personas de bandos políticos opuestos. Lo ve en su propio círculo de amigos. Una persona amiga le envía mensajes sobre cómo se robarán las elecciones de 2024 y otras historias que suenan a conspiraciones no probadas.

“Mi mejor amiga, la adoro, la adoro. Y nada, es como que me provee un poco de información extra y diciéndome cosas que obviamente a personas que no fueran tan allegadas, no le dirías”, dijo Polonsky. “Y a veces me quedo como que:, ‘Wow, ¿de dónde salió esto?’. O sea, me dice: ‘Sí, se van a volver a robar la elección, va a pasar esto, va a pasar el otro’. Entonces le pregunto de dónde saca la información… ‘No, no, de lo que escucho de mi familia, de todo’”.

Polonsky no está sola en su preocupación por el impacto que la información falsa o falseada o tergiversada podría tener en los resultados de las próximas elecciones. Desde un candidato al Senado de Estados Unidos en Florida ―que recibe mensajes de texto parecidos de sus amigos―, hasta un organizador de 24 años de Las Vegas cuyo padre le pide que revise los memes que está recibiendo, los latinos a lo largo y ancho de Estados Unidos están presenciando cómo sus conocidos y familiares escuchan, leen y comparten información falsa y desinformación. 

Polonsky contaba esto mientras esperaba a que le lavaran su carro en una gasolinera de Weston, una comunidad suburbana a 30 millas al noroeste de Miami, con una gran población venezolana y colombiana. Estaba sentada en un banco de hormigón caliente mientras, detrás de ella, la gente llenaba sus tanques y los clientes entraban y salían de una cafetería que vendía empanadas.

La gasolinera y cadena de comida rápida local se llama PANNA, por un término que se usa en algunos países latinoamericanos y que significa “amigo”. Y amigable fue como se mostró la propia Polonsky mientras respondía preguntas sobre los medios de comunicación que sintoniza con regularidad: CNN y NPR.

 

Panna New Latino Food, un restaurante venezolano ubicado en una gasolinera de Weston, Florida. Weston es apodado "Westonzuela", debido a la gran cantidad de inmigrantes venezolanos que viven allí. "Panna" significa "amigo" en algunos países de América Latina, incluyendo Venezuela y Cuba, entre otros. Foto de Jennifer A. Ortiz para Feet in 2 Worlds

 

A Miami a menudo se la llama “la puerta de entrada a América Latina”. Los inmigrantes residentes en la ciudad traen su gastronomía, sus acentos y sus hábitos de consumo de medios de difusión a la vida cotidiana del sur de Florida. Muchos latinos están acostumbrados desde hace largo tiempo a recibir noticias e información a través de la radio. Pero la confianza que los latinos tienen en dicho medio se pone a prueba cada vez más, ya que emisoras nacionales y extranjeras llenan sus programas con información engañosa y falsa.

Aunque la información falsa y la información falseada o desinformación se difunden en varios idiomas y diversos públicos de Estados Unidos, estas se dirigen a los oyentes de habla hispana de maneras tan específicas que han causado alarma en investigadores académicos y activistas políticos.

Muchas estaciones de radio y locutores que se dirigen a audiencias latinas siguen comprometidos en transmitir información veraz y objetiva. Sin embargo, este año electoral, existe una creciente preocupación de que los votantes latinos puedan tomar decisiones en las urnas basadas en información que es incorrecta o deliberadamente inexacta.

En "El Show de Jorge Bonilla", un programa de opinión conservador del sur de Florida, se les dijo a los oyentes en junio que las políticas fronterizas del gobierno del presidente Joe Biden habían llevado a un aumento de la violencia. Bonilla, el presentador, repitió una afirmación engañosa que decía que Biden había abierto la frontera, insinuando que los inmigrantes que cruzan la frontera ilegalmente están asesinando a mujeres en Estados Unidos. En otro programa, un presentador afirmó falsamente que una enmienda al derecho al aborto que aparecerá en la papeleta de Florida en noviembre permitiría a los tatuadores realizar abortos.

Los latinos son el segundo grupo de estadounidenses con edad para votar que más rápido va creciendo en 2024 desde las últimas elecciones presidenciales; se estima que 36,2 millones de latinos podrán votar en noviembre. En algunos lugares, en los que está reñida la votación entre un candidato u otro o entre la aprobación o no de un tema, los latinos podrían emitir votos decisivos.

La desinformación o información falseada se amplifica cuando aparece en radio y en otros medios de información tradicionales, según Josephine Lukito, profesora en la Escuela de Periodismo y Medios de la Universidad de Texas, en Austin. Lukito utiliza métodos informáticos y de aprendizaje automático (machine learning) para detectar y monitorear la información falsa y la información falseada o desinformación, tanto extranjera como interna.

“Una cosa es que un usuario corriente de Twitter (hoy X) o incluso un miembro de la familia o un amigo comparta en WhatsApp un enlace o una pieza de información falsa”, señaló Lukito. “Es una historia completamente diferente cuando la comparte un programa de radio, una organización de noticias o un político, porque su alcance es mucho más amplio”.

Los latinos en Estados Unidos tienen una tradición de escuchar la radio en sus países de origen, explica Adelys Ferro, directora ejecutiva del Venezuelan American Caucus (grupo venezolano-americano), una organización de defensa de los inmigrantes en Miami. “Fíjate que sí se escucha muchísima radio, muchísima radio”, dijo Ferro. “Y cuando tú escuchabas antes a alguien que te leía las noticias, tú dabas eso por hecho, yo lo daba por hecho en Venezuela”.

 

Pete Hernandez provee a los clientes de frutas y jugos frescos mientras escucha Radio Libre en su tienda en Little Havana, Miami, Florida. Foto de Jennifer A. Ortiz para Feet in 2 Worlds

 

El grupo que dirige Ferro es parte de una organización paraguas sin fines de lucro llamada Latino Victory (victoria latina), que apoya a candidatos y causas latinas progresistas. Ella dedica gran parte de su día a escuchar estaciones de radio en español, monitoreando para identificar información falsa y desinformación o información falseada. “Es extremadamente descorazonador saber que hay tantas personas siendo influenciadas por algo que es totalmente falso”, lamentó. 

Según Nielsen, una empresa de medición de audiencias, la radio llega al 94% de los adultos hispanos, frente al 90% de los no hispanos. Un estudio de Pew Research (investigación Pew), realizado a fines de 2023, detectó que la mitad de los latinos adultos de Estados Unidos dice que al menos a veces obtiene sus noticias de medios de comunicación hispanos. Estos pueden ser en inglés o en español, pero son medios que se dirigen específicamente a los oyentes latinos.

¿Quieres más investigaciones como esta? 

Ayúdanos a profundizar en los reportajes que más te interesan.

Dona hoy a palabra.

Más de la mitad de los residentes del condado de Miami-Dade son nacidos en el extranjero. Allí, los inmigrantes latinos son mucho más proclives que los latinos nacidos en Estados Unidos a obtener noticias de medios hispanos. Estas incluyen noticias de actualidad sobre sus países de origen, como Colombia, Venezuela, Nicaragua y Cuba.

Algunos de los medios de comunicación de habla hispana más influyentes transmiten desde Miami. Telemundo y Univision son las dos principales cadenas de televisión en español en Estados Unidos. Hay por lo menos 17 emisoras en Miami que transmiten en español; muchas pertenecen a cadenas que manejan estaciones en todo el país. A nivel nacional, la cantidad de emisoras hispanas es el doble del número de cadenas afiliadas a la red National Public Radio (radio pública nacional; NPR, por sus siglas en inglés).

No todas las emisoras difunden desinformación o información falseada. Muchas emisoras de radio en español transmiten información entretenida, informativa y enfocada en la comunidad. En un recorrido por el dial de la radio del auto en un día cualquiera, podrás escuchar una canción de Bad Bunny, noticias actuales de Colombia y presentadores de programas de opinión que citan la Biblia. Un oyente que llama a una emisora de radio conservadora aplaude a los presidentes populistas de derecha de Argentina y El Salvador por “recuperar la democracia” mientras se expresa sobre la política de Estados Unidos.

Pero Ferro dijo que a menudo escucha información falseada en algunas estaciones de radio del sur de Florida, como la afirmación de que las personas que cruzan la frontera hacia Estados Unidos son responsables de una ola de crímenes. Esa narrativa llega a oídos de otros inmigrantes, como los oyentes cubanos que sintonizan las estaciones de radio conservadoras de Miami. El efecto, dijo Ferro, es que “esas mismas personas rechazan a sus propios inmigrantes”.

 

Una camioneta en Miami con calcomanías a favor de Trump y de Cuba. El sur de Florida alberga las comunidades venezolanas, nicaragüenses y cubanas más grandes de Estados Unidos. Foto de Jennifer A. Ortiz para Feet in 2 Worlds

 

Puede ser difícil rastrear de dónde proviene la información falseada. Muchos latinos estadounidenses reciben noticias e información de fuentes tanto de Estados Unidos como del extranjero. Según Lukito, la información falsa se puede propagar mediante la comunicación interpersonal, “y eso incluye familiares dentro de los Estados Unidos y fuera de los Estados Unidos”. Y los mensajes falsos pueden cruzar fronteras. Lukito dijo que, en mayo de 2024, vio acusaciones de fraude electoral en redes sociales en inglés, en mandarín y en español.

“Todas esas estrategias están circulando de un país a otro”, dijo Lukito. “Influye en la manera en la que nuestros padres votan y (en cómo) piensan sobre la seguridad de las elecciones, tanto en nuestros países de origen como en los Estados Unidos”.

Este año se han llevado a cabo elecciones presidenciales en varios países de Latinoamérica, entre ellos El Salvador, Panamá, República Dominicana y México. En Venezuela, el presidente autoritario Nicolás Maduro se postuló para un tercer mandato y se declaró ganador en julio, pese a las denuncias de fraude electoral de la oposición y del Departamento de Estado de Estados Unidos.

Ferro dijo que hay un país en particular que se beneficia con la difusión de desinformación que pone en peligro las elecciones democráticas en todo el mundo. “Expertos en tecnología, no políticos, te dicen que vienen de Rusia”, dijo.

 
 
 

Evelyn Pérez-Verdía muestra un ejemplo de información falsa en español que vincula a la vicepresidenta y candidata presidencial Kamala Harris con líderes comunistas mundiales. Pérez-Verdía es fundadora de We Are Más, una organización de impacto social con sede en el sur de Florida que se especializa en el compromiso hiperlocal, multilingüe y culturalmente competente con grupos inmigrantes. Foto de Jennifer A. Ortiz para Feet in 2 Worlds

 

Rusia ha utilizado la desinformación, información falseada, para socavar los intereses de Estados Unidos desde la Guerra Fría. RT, anteriormente conocida como Russia Today, y Sputnik, nombrado en honor al primer satélite de la era soviética lanzado al espacio, son medios de comunicación rusos de larga data que poseen medios intermediarios en todo el mundo o influyen en ellos. Estos incluyen cadenas de radio, periódicos, blogs, canales de YouTube y perfiles en redes sociales. Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, estos “sirven como medios para que el Kremlin difunda desinformación y narrativas propagandísticas a audiencias fuera de Rusia”.

América Latina no es la excepción. El español es el cuarto idioma más hablado del mundo. Radio Sputnik produce transmisiones en español desde América Latina. Además, las cuentas en redes sociales en español asociadas con el Estado ruso ayudan a difundir narrativas falsas o falseadas en América Latina con la intención de influir en la opinión pública sobre temas importantes para el Kremlin como la guerra en Ucrania.

Este reportaje forma parte del Día de la Democracia en Estados Unidos, una colaboración a escala nacional que se celebra el 15 de septiembre, Día Internacional de la Democracia, en la que las salas de redacción informan sobre el proceso democrático y las amenazas que se ciernen sobre la democracia. Por más información, visite usdemocracyday.org.

En octubre de 2021, un grupo de reflexión independiente llamado Global Americans (estadounidenses en el mundo) descubrió que Rusia, China y otros "actores no democráticos" han utilizado medios de comunicación financiados por esos Estados para difundir desinformación en Twitter/X y Facebook en México, Colombia, Argentina, Chile, Perú y Venezuela.

Según el Instituto Brookings, en abril de 2022, RT en Español fue la tercera cuenta más compartida en Twitter/X que difundía información en español sobre la guerra en Ucrania. Se incluían cuentas gubernamentales rusas en español, como la Embajada de Rusia en España. En un ejemplo particularmente siniestro, el informe reveló que Rusia estaba utilizando “influencers auténticos” —periodistas independientes de habla hispana en América Latina y España— para difundir desinformación.

 
 
 

Un hombre cubanoamericano que reside en Miami muestra una de las fuentes en las que su madre confía para recibir noticias. Se trata de Alex Otaola, un influencer cubanoamericano de redes sociales y comentarista político, muestra imágenes de un submarino ruso en aguas cubanas en un Facebook Live. Foto de Jennifer A. Ortiz para Feet in 2 Worlds

 
 
 

La agencia de noticias estadounidense Associated Press informó que funcionarios de inteligencia de Estados Unidos advirtieron a casi un centenar de países que la inteligencia rusa iba a sembrar dudas sobre la integridad de las elecciones que se llevarían a cabo en todo el mundo en 2024. Rusia también está ayudando a difundir la narrativa falsa y falseada que Ferro escuchó en la radio sobre el aumento de crímenes en Estados Unidos cometidos por inmigrantes.

Esta desinformación y la información falsa circula entre los estadounidenses sin importar de dónde proviene y, como dijo Ferro, influye en cómo los votantes abordan sus decisiones electorales.

“Cuando tú vas a votar en una elección, que tú tengas que votar, no por tus principios o por lo que tú crees que es mejor para ti, para tu familia, sino por un terror infundido absolutamente enfermizo y falso que tienes en tu cabeza ―dijo Ferro― es aterrador”.

Esta serie está basada en la investigación original de la reportera investigativa Martina Guzmán. Diseño de logo por Daniel Robles.

Los estudiantes de periodismo de la Universidad de Stanford, Janelle Olisea, Eve Lu y Xavier Martínez, contribuyeron a este informe, al igual que Irene Casado Sánchez, periodista de datos de Big Local News.

Feet in 2 Worlds cuenta con el apoyo de la John D. and Catherine T. MacArthur Foundation, The Ford Foundation y la Fernandez Pave the Way Foundation, así como de un donante anónimo y de contribuyentes a nuestra campaña anual NewsMatch. El Fund for Investigative Journalism proporcionó financiamiento para este proyecto.

Paulina Velasco es una periodista multilingüe radicada en California. Durante 10 años, ha creado documentales narrativos y programas de entrevistas para una variedad de medios, incluyendo Marketplace, LWC Studios, Slate, Pacifica Radio y estaciones que pertenecen a NPR. Escribe para The Guardian sobre las experiencias de los inmigrantes en el sur de California y, en particular, a lo largo de la frontera entre San Diego y Tijuana, ubicada a solo 10 millas de donde creció. Paulina también fue la editora de la temporada inaugural de 100 Latina Birthdays, una serie documental en audio sobre la salud de las latinas en Estados Unidos. Su formación en ciencias políticas le permite cuestionar estructuras y políticas, y su curiosidad y empatía la empoderan para retratar con precisión las vidas de personas que suelen ser mal representadas en los medios. Ha vivido en México, Francia y Nueva Zelanda, y le encanta leer libros de autoras latinas, un grupo al que aspira unirse algún día. Retrato por Las Fotos Project. @_pinavelasco

Jennifer A. Ortiz es una fotógrafa y artista gráfica cubanoamericana, nacida y criada en el sur de Florida. Su trabajo explora entornos, traumas, sanación, identidad, historias y memoria.

John Rudolph es el fundador de Feet in 2 Worlds (Fi2W), líder en dar protagonismo a las voces de los inmigrantes en el ámbito periodístico. Creado en 2004, Fi2W es un medio de comunicación independiente, un programa de formación periodística y una plataforma de lanzamiento para periodistas inmigrantes emergentes y productores de medios de color. Fi2W aporta un cambio positivo y significativo a las redacciones de Estados Unidos y tiene un impacto amplio en la manera en que se informa sobre la inmigración, así como en la composición étnica y racial de las organizaciones de noticias. Durante casi cinco décadas en periodismo, John ha cubierto sucesos de Estados Unidos y del mundo, con un enfoque particular en los inmigrantes y la inmigración, en la política estadounidense y en temas ambientales, incluyendo el cambio climático, el crecimiento de la población y la contaminación industrial. Ha recibido numerosos premios de periodismo por su trabajo.

Nathalie Alonso es una periodista cubanoamericana radicada en Queens, Nueva York, donde nació y se crió. Sus escritos han sido publicados en varios medios, incluyendo National Geographic, Outside, Refinery29, AFAR y TIME for Kids. También es autora de varios libros para niños, que incluyen “Hispanic Star: Sonia Sotomayor” y “Hispanic Star: Ellen Ochoa” (Roaring Book Press, 2023); “Old Clothes for Dinner?!” (Barefoot Books, 2024); y “Call Me Roberto!” (Calkins Creek, 2024). Forma parte del cuerpo docente de la Fundación Highlights. Desde 2006, Alonso ha trabajado como productora editorial, traductora y reportera para LasMayores.com, la página oficial de las Grandes Ligas de Béisbol. Obtuvo una licenciatura en estudios estadounidenses de la Universidad de Columbia. Conoce más sobre su trabajo en NathalieAlonso.com. @Nathalie_Writes

Martina Guzmán es directora de la Iniciativa de Reportajes sobre la Raza y la Justicia en el Centro Damon J. Keith para los Derechos Civiles de la Facultad de Derecho de la Universidad Estatal Wayne, en Detroit, Michigan. Sus reportajes se enfocan en las comunidades inmigrantes y en la desigualdad sistémica. Fue nombrada Mejor Reportera Estatal Individual por Associated Press, por su trabajo en WDET, una estación de radio afiliada a NPR, en Detroit. Su investigación sobre el auge y caída de las ciudades globales posindustriales fue galardonado con el premio a la Mejor Serie Investigativa de la Asociación de Locutores de Michigan y Associated Press de Michigan. Martina fue corresponsal en Detroit para The Takeaway, un noticiero de Radio Pública Internacional y WNYC. Ha recibido numerosas subvenciones y becas, incluidas las de la Fundación MacArthur, el Fondo German Marshall y la Fundación Ford, para investigar los impactos de los cortes de agua en mujeres afro en Sudáfrica y Detroit. Es licenciada por la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, en Nueva York, y en 2023 fue becaria de periodismo John S. Knight en la Universidad de Stanford.