Doulas Enseñando a Doulas

 

La doula Simone Junious, de MaternityWise International, muestra a Danielle y Davon Thomas, padres primerizos de Long Island, N.Y., cómo arropar a un bebé recién nacido de manera segura. Después del parto, doulas de posparto como Junious brindan apoyo en el hogar de manera práctica, no solo enseñando a la familia cómo cuidar al bebé, sino también técnicas de lactancia y prácticas para una mejor curación posparto. Algunas doulas también ayudan a fregar, doblar la ropa y preparar comidas. Foto de Mariela Murdocco

 
 

En la ciudad de Nueva York y en todo el país, están en auge los programas educativos con financiamientos públicos para doulas de color. Un movimiento que aboga por que Medicaid cubra los servicios de doula para personas embarazadas de bajos ingresos ha tenido éxito en varios estados, y  la carrera de doula se ha vuelto más accesible para las personas de color


Nota de la editora: Para este artículo, elegimos usar el término de género neutro “personas embarazadas”, a menos que estemos citando información de una investigación.

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En un departamento del Bronx, a pocas cuadras del Jardín Botánico de Nueva York, Estee Mills, una inmigrante afrocaribeña de St. Kitts, vive con sus dos hijas y su esposo. Dentro del hogar cálidamente iluminado, se oye el noticiero de la tarde en el televisor mientras Mills sumerge sus pies en una tina de agua con su bebé de tres semanas a su lado en un asiento de carro. Mills, una asistente administrativa de la Administración de Recursos Humanos de la ciudad, está de baja por maternidad, y su doula (una persona que brinda orientación y apoyo antes, durante y después del parto), Jasmin Fortunato, está de visita para vigilar el progreso de la recuperación posparto de esta madre. "Es bueno tener movilidad", dice Fortunato, "pero no te estás exigiendo de más, ¿verdad?"

Mills buscó doulas en línea y habló con tres antes de escoger. Fortunato es afrodominicana y contratista del innovador programa Citywide Doula Initiative de Nueva York, el cual financia los servicios de doula a personas de bajos ingresos. El programa de la ciudad, que fue promulgado como ley en septiembre pasado, ha generado la esperanza de que los servicios de doula puedan volverse más accesibles para las personas de color embarazadas más allá de Nueva York. También existe un impulso social y político a nivel nacional para que los servicios de doula sean cubiertos por el Medicaid en otros estados.

Un factor esencial para lograr que los servicios de doulas sean accesibles a las comunidades marginadas es que existan mayores oportunidades de educación asequible o gratuita para las personas que quieran convertirse en doulas. Como parte de un cambio importante en la política de salud, además de financiar los servicios de doula para familias de bajos ingresos, la Citywide Doula Initiative ha hecho que la formación de doulas sea más accesible para las personas de color financiando capacitaciones en organizaciones comunitarias para quienes no pueden pagar los costos de entrenamiento y materiales asociados. Hasta ahora, según Mary-Powel Thomas, directora de la Citywide Doula Initiative y Healthy Start Brooklyn, la ciudad ha contratado a aproximadamente 200 doulas, la mayoría de las cuales son personas de color.


‘La razón por la que es importante tener doulas afroamericanas y latinas trabajando es porque así se puede brindar atención a madres (de color) que dan a luz en un sistema que, en realidad, no fue creado para ellas’.


Los defensores y los expertos esperan que la formación de doulas pronto sea más asequible también fuera de Nueva York, beneficiando no solo a personas embarazadas negras, indígenas y otras de color, sino también a los propios profesionales.

Las barreras financieras son un factor importante en la falta de acceso a la formación de doulas para las personas aspirantes a esta profesión, ya que un curso de doula en la ciudad de Nueva York no financiado por la Citywide Doula Initiative puede costar entre $1,000 y $1,500, o más. Fortunato usó sus ahorros de trabajos anteriores para comenzar su trayectoria como doula de tiempo parcial. Sin ellos, no habría tenido el respaldo financiero para impulsar su propio emprendimiento.

El trabajo de Fortunato ejemplifica la importancia de las oportunidades educativas para las doulas (tanto mujeres como hombres o personas no binarias) de color. La fundación del cuidado que ella proporciona a sus clientes viene de sus estudios profesionales, incluyendo los antecedentes históricos del parto y del racismo estructural. “La razón por la que es importante tener doulas afroamericanas y latinas trabajando es porque así se puede brindar atención a madres (de color) que dan a luz en un sistema que, en realidad, no fue creado para ellas”, dice Fortunato.

“Los servicios de doula tradicionalmente han estado disponibles para las personas que los pueden pagar”, dice Thomas. En su mayoría, estas han sido “familias de clase media que pueden pagar de sus bolsillos” a doulas privadas que cobran entre $800 y más de $2,000, según las necesidades de la clienta.

Fortunato trabaja tiempo completo como coordinadora de ventas en un hotel, y como doula de amplio espectro por las noches, los fines de semana y siempre que sus clientes la necesiten. (Si una clienta entra en parto y Fortunato está en su horario laboral, ella sale del hotel para ayudar o una doula de respaldo trabaja con la persona embarazada hasta que Fortunato pueda salir de su oficina). Actualmente, Fortunato está asistiendo a Mills en su recuperación después de una cesárea traumática. “Yo esperaba que fueran más comprensivos y más pacientes”, dice Mills sobre el personal del hospital. “Tantas cosas diferentes me fueron impuestas”.

 Simone Junious, residente de Queens, N.Y., es una doula de parto certificada que ahora estudia en MaternityWise International para formarse como entrenadora de doulas. Dice que la vida de una doula es impredecible y que ella tiene que estar de guardia día y noche, los siete días de la semana, lista para ayudar a una madre en cualquier circunstancia. “Nunca se sabe cuándo el bebé decide venir”, dijo Junious. Foto de Mariela Murdocco

Según un estudio del Journal of Perinatal Education, el acceso a servicios de doula no solo garantiza la seguridad y el bienestar de la madre y de su bebé, sino que las madres que recibieron cuidados de doula reportaron mayores niveles de satisfacción con el proceso de parto. Las personas como Mills cuando están embarazadas necesitan el apoyo adicional que brindan las doulas, ya que las investigaciones demuestran que corren un mayor riesgo debido a la disparidad en atención a la salud causada por la desigualdad socioeconómica y el racismo estructural. Las madres afroamericanas (no latinas) en la Ciudad de Nueva York tienen más de nueve veces la probabilidad de morir por causas relacionadas con el embarazo que las madres  blancas (no latinas), y a nivel nacional, sus bebés tienen el doble riesgo de morir en la infancia. Por el contrario, personas embarazadas con el apoyo de doulas tuvieron menos probabilidad de una cesárea, de complicaciones en el parto, o de tener bebés de bajo peso, y eran más propensas a amamantar a sus bebés.

En el estudio, las latinas y sus bebés tuvieron resultados similares a los de las madres blancas y sus bebés, “a pesar de experimentar mayores barreras de acceso y desafíos sociales y económicos típicamente asociados a peores resultados (de los estudios médicos) en salud”. Este hallazgo se llama la "paradoja de la salud latina", señalaron los autores: a menudo los latinos en general experimentan resultados en sus estudios médicos similares o mejores que los de los blancos, a pesar de que algunos latinos experimentan peores resultados en salud, especialmente aquellos de orígenes, países de nacimiento y razas marginadas.

La Próxima Generación de Doulas de Color

Un aspecto importante para mejorar la accesibilidad a doulas es aumentar la diversidad en la profesión.

Aunque durante mucho tiempo las personas de color han ayudado a miembros de sus comunidades durante el parto, fue una antropóloga estadounidense blanca quien acuñó el término "doula" para referirse a este trabajo. (El origen de la palabra en sí puede ser controvertido para doulas de color, ya que proviene de la palabra griega para esclava). Después de que un grupo de mujeres blancas y médicos blancos fundaran Doulas of North America, ahora llamada DONA International, en 1992, el trabajo de las doulas se volvió más reconocido e institucionalizado en la medida que DONA se convirtió en la organización de certificación de doulas más grande del mundo.

Anne Wallen, directora y cofundadora de MaternityWise International, y su hija de 7 años sonríen rodeadas de un grupo diverso de estudiantes y una doula de posparto y consultante de lactancia, Stephaine Jones (sentada al lado de Wallen en azul), después de dirigir un taller de habilidades prácticas para doulas el 25 de marzo de 2023. Foto de Mariela Murdocco

No solo son la capacitación y la certificación que han estado a menudo fuera del alcance financiero de muchas doulas de color, sino que las doulas de color también han experimentado "insensibilidad cultural, desprecio por (sus) preocupaciones e incluso racismo manifiesto" dentro de DONA y sus programas de capacitación, según un carta abierta de DONA a la comunidad de septiembre de 2020. (La actual presidenta de DONA, Hillary Melchiors, le dijo a palabra que los esfuerzos en diversidad e inclusión de la organización incluyen una mayor representación de personas de color en la junta directiva e iniciativas aún no anunciadas que se darán a conocer más adelante este año). Otras personas de color se han quejado de que, como organización culturalmente blanca, DONA no es culturalmente competente ni se enfoca en las necesidades de las comunidades a las que sirven.

Nikia Lawson, expresidenta de DONA e International Doula of Color Trainer Fellow, dice que los cursos remotos ampliaron las oportunidades educativas para doulas situadas en áreas donde la organización no ofrecía clases presenciales. “Ahora hemos llegado a diferentes partes del mundo a las que antes no teníamos acceso”.

Desde 2019, DONA ha ofrecido una beca que incluye la matrícula completa llamada Improving Maternal Health Practices & Advocacy through Certification & Training (con un enfoque en el cuidado de salud materna, certificación y entrenamiento) a 20 doulas por año, ofreciendo prioridad a personas de color que desean trabajar con sus comunidades. (La capacitación para la certificación aprobada por DONA habitualmente cuesta entre $700 y $1,100). La beca "ha cambiado las reglas del juego", dice Lawson. “Hay tantas personas que necesitan esta oportunidad y que desean ser capacitadas. Muchas simplemente no tienen los recursos”.


‘La habilidad más importante es escuchar, es mostrar empatía. Es importante llegar a las personas allí donde estén, no donde quisiéramos que estuvieran”.


Algunas organizaciones comunitarias han cambiado sus protocolos para aceptar más programas de capacitación de doulas que se centren en justicia social y equidad en la salud, en lugar de solo centrarse en la capacitación de DONA.

En Nueva York, Ancient Song Doula Services entrena a doulas de color y es una de las ocho organizaciones que componen la Citywide Doula Initiative.

En el 2008, Chanel Porchia-Albert, una doula afroamericana autodidacta, creó Ancient Song, que ofrece un programa de trabajo-estudio y becas completas para que sus clases sean accesibles a estudiantes de bajos ingresos. La organización también ofrece servicios de doula de alta calidad para afroamericanas y latinas independientemente de sus ingresos.

La misión de brindar atención a las personas de color en Ancient Song despertó el interés de Fortunato. Ella estudió allí en 2021, donde aprendió a apoyar a las usuarias física y emocionalmente durante todas las etapas de la gestación, incluso después de un aborto o de una pérdida del embarazo.

“La habilidad más importante es escuchar, mostrar empatía. Es importante llegar a las personas allí donde estén, no donde quisiéramos que estuvieran”, dice Anabel Rivera, coordinadora perinatal bilingüe de Ancient Song.

Algunas organizaciones en Nueva York también se están esforzando por llegar con formación a las doulas, a través de plataformas virtuales, allí donde las personas interesadas estén. MaternityWise Internacional ofrece una formación en línea con certificación internacional.

Un sábado de marzo pasado, en el ruidoso corazón de Williamsburg, Anne Wallen, directora y cofundadora de la organización, dirigió un taller de dos horas simultáneamente virtual y presencial con un grupo diverso de doulas y estudiantes.

“La razón por la que realmente queremos asegurarnos de que las mujeres de color estén en nuestra capacitación es que la tasa de mortalidad entre mujeres de color es mucho más alta que la de las mujeres blancas”, dice Wallen. “Es más beneficioso para las mujeres en el parto estar acompañadas por alguien de su propia comunidad. Tener latinas, tener afroamericanas en una capacitación como esta no solo impacta a las futuras usuarias, sino que puede realmente impactar en toda la comunidad”.

Se necesitan doulas bilingües urgentemente, dice la Dra. Sheela Maru, profesora asistente de Salud Global y Obstetricia, Ginecología y Ciencias Reproductivas en la Icahn School of Medicine del hospital Mount Sinai de Nueva York. Ella también es directora del programa Helping Promote Birth Equity through Community-Based Doula Care (HoPE). Maru dice que a las personas embarazadas que no hablan inglés con fluidez les puede resultar difícil expresar sus preocupaciones o comunicarse con su proveedor médico, por lo que HoPE capacitó a 25 doulas junto con Ancient Song y Caribbean Women's Health. La mitad de ellas habla español, mientras que el resto habla una variedad de idiomas, incluidos criollo haitiano, mandarín, hindi y bengalí.

Movimiento para que Medicaid Aumente el Acceso

La legislación sobre la Citywide Doula Initiative es parte de una creciente tendencia nacional de agregar a los programas de Medicaid requisitos de certificación y educación para doulas, así como también cobertura para beneficiarios, a los programas de Medicaid. El servicio de doula generalmente no es cubierto por Medicaid ni las aseguradoras médicas, una barrera que limita el acceso para las comunidades de bajos ingresos y las personas de color embarazadas.

Los últimos estados en incluir servicios de doula como parte de Medicaid son California y Michigan. Otros ocho estados, incluyendo Virginia, Oregón, Nevada y Nueva Jersey, además del Distrito de Columbia, brindan servicios de doulas cubiertos por el estado.

El aumento de las tarifas de Medicaid significa que las doulas recibirán mayor compensación del gobierno, eliminando barreras financieras significativas para que las doulas de color se unieran a la profesión.

Doula Anne Wallen entrena a estudiantes que aspiran a formarse como doulas, educadoras de parto, asistentes en la lactancia y trabajadoras comunitarias en el parto. En un taller virtual y presencial, Wallen muestra en la estudiante Jessel Castillo los puntos de presión para ofrecer alivio a las personas embarazadas. Ella también enseña los puntos de referencia anatómicos en la pelvis, utilizando un modelo de hueso pélvico, y demuestra formas de mover y colocar a las personas durante el parto para facilitar la ubicación óptima del feto, con fin de lograr un parto más seguro, más rápido y más fácil. Foto de Mariela Murdocco

Durante un taller reciente, doula Anne Wallen muestra varias maneras en las que las doulas usan un trozo de tela para ayudar a sostener, relajar y trabajar sobre la mamá. La tela también podría usarse como hamaca para trabajar con la pelvis. “En la cultura mexicana, el rebozo es una pieza de tela sagrada”, dijo Wallen mientras retiraba un trozo de tela del cuello de la estudiante Norma Secaira, de Ecuador. Foto de Mariela Murdocco

Las bajas tasas de reembolso dificulta a doulas de color ganarse la vida. En Nevada existe una de las tasas de reembolso más bajas, donde Medicaid paga a una doula solo $150 por parto, comparada con $900 en Rhode Island. Por esa razón, muy pocas doulas se han inscrito para ser proveedoras de Medicaid en ese estado. En febrero, Nevada elevó el monto total del reembolso por embarazo a $450 por paciente, pero los defensores todavía están presionando por un aumento a $1,500, que estaría a la par de las tarifas en Rhode Island y Washington DC, los cuales pagan a las doulas $1,500 y $1,950 por cliente por el cuidado pre y posnatal respectivamente.

La legislación sobre los reembolsos a las doulas abre posibilidades de que las doulas reciban salarios justos y puedan ganarse la vida trabajando como doulas de tiempo completo. A pesar de los desafíos para ganar un salario digno como doula de tiempo completo, tanto Thomas como Lawson han notado un creciente interés en la profesión. Esto lo atribuyen a la creciente disponibilidad de programas de formación de doulas, así como a investigaciones acerca de la mortalidad materna e infantil.

Doula Simone Junious está masajeando a la madre Danielle Thomas con aceites calmantes infusionados con hierbas y caléndula para ayudar con el drenaje y el posicionamiento del útero. Foto de Mariela Murdocco

Thomas cargando a su bebé de 2 días, Davon Honor Livingston II. Foto de Mariela Murdocco

El trabajo puede ser desgastador física y emocionalmente. Muchas doulas también hacen otros trabajos para mantenerse económicamente, como consultores de lactancia o clases de yoga, ya que sus ganancias mensuales de doula dependen de cuántas clientas aceptan y de cuánto cobran por parto.

Los padres también son cada vez más conscientes de los beneficios de tener doula. Ellos están preocupados, más que nunca, por los derechos de atención materna y las desigualdades que aumentan la probabilidad de partos inseguros, especialmente después de que el año pasado la anulación de Roe v. Wade dejó de manifiesto las brechas que existen en los derechos reproductivos.

Las personas de color embarazadas continúan buscando opciones para mantenerse a sí mismas y a sus bebés a salvo. “En estos días hay mucho interés por las doulas en general. Ha salido mucho en la prensa sobre la mortalidad materna. La gente está asustada. Le hemos preguntado a la gente: '¿Por qué quieres una doula?' Y dicen: 'No quiero morir'", dice Thomas. “Es una necesidad real, visceral y profundamente arraigada”.

Yésica Balderrama es una periodista y escritora mexicana. Su trabajo ha aparecido en The Brian Lehrer Show de WNYC, Latino USA, NPR, iPondr, Prism Reports, Guernica y otros medios.

Mariela Murdocco, periodista multimedia y fotógrafa bilingüe, ha sido nominada a cinco premios Emmy. Nacida en Uruguay y radicada en la ciudad de Nueva York, ella comenzó sus dos carreras simultáneamente en 2002. Ha trabajado como reportera, productora de televisión, presentadora, fotógrafa y realizadora audiovisual para Consumer Reports, Telemundo, News 12, The New York Daily News, Banda Oriental, The Jersey Journal y The Associated Press. Fue corresponsal de televisión de Canal 7 en Uruguay y ha colaborado con The Guardian, The Huffington Post, Hola TV y Fox News. En 2012, fue elegida oficial general nacional en español de la National Association of Hispanic Journalists.

Lygia Navarro es una periodista discapacitada galardonada que trabaja en crónicas de audio y texto. Ha reporteado desde toda América Latina, así como sobre historias latinas en los Estados Unidos y Europa. Sus reportajes han sido publicados o transmitidos en The American Prospect, Business Insider, Marketplace, The World, Latino USA, Virginia Quarterly Review, Christian Science Monitor, The Associated Press y Afar, entre otros medios. También ha trabajado como productora de podcast y su trabajo ha sido respaldado por muchas becas, incluida la más reciente, Journalism and Women Symposium.

 
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