“El periodismo es una manera de responder las preguntas que tenía cuando era niña”

 

Zaydee Sánchez con su cámara en Grapevine, California. Sánchez, que creció en el Central Valley, se enfoca en comunidades con escasa representación, desde inmigrantes que se enfrentan a la deportación hasta zonas rurales afectadas por la exposición a pesticidas. Foto de Kat Contreras

 

Zaydee Sánchez, colaboradora de palabra desde hace 6 años y ganadora del premio American Mosaic de Periodismo 2025 (por su cobertura de grupos con escasa representación en los medios), habla sobre su trabajo durante los incendios forestales, el periodismo y la comunidad.

Nota de la editora: El equipo de palabra felicita a nuestra colaboradora Zaydee Sánchez por haber ganado el American Mosaic Journalism Prize, un reconocimiento que celebra el trabajo vital de periodistas independientes. Este galardón, único en su tipo, se otorga a través de nominaciones anónimas de líderes del periodismo de todo el país e incluye una retribución en efectivo de $100.000.

Los periodistas independientes, en particular los periodistas latinos y de otras comunidades históricamente marginadas, son la columna vertebral del periodismo. A menudo realizan trabajos peligrosos y exigentes sin acceso a la cobertura de un seguro médico, sin ahorros para el retiro o una compensación justa.

Al reconocer a Sánchez y su trabajo, este premio destaca su amplio cuerpo de reportajes sobre comunidades con escasa representación, desde inmigrantes que enfrentan la deportación hasta comunidades rurales afectadas por la exposición a pesticidas.

Sánchez fue seleccionada por un panel de 10 jueces por “su conmovedora cobertura de trabajadores agrícolas, migrantes y grupos trans latinxs” en 2024. Entre sus historias más destacadas, se encuentra un reportaje que escribió y fotografió para Mother Jones sobre Pajaro, un pueblo de trabajadores agrícolas que lucha por reconstruirse tras una devastadora inundación.

“Zaydee encarna lo mejor del periodismo independiente. En los cinco años que he trabajado con ella, la he visto convertirse en una voz de autoridad en temas de justicia social e inmigración en diversos medios y plataformas”, dijo Ricardo Sandoval-Palos, uno de los fundadores de palabra. “Cada vez más medios de comunicación reconocen la importancia de su trabajo. Están viendo lo que yo vi hace años: un talento periodístico con una mirada aguda para ver a las personas reales detrás de los titulares y contar sus historias con palabras e imágenes fijas o en video de gran impacto. Zaydee no tiene miedo como periodista y canaliza su espíritu intrépido para identificar y descubrir historias en lugares que a menudo son ignorados por los medios tradicionales. Premiar su trabajo envía un poderoso mensaje en cuanto a que el periodismo independiente es fundamental para un ecosistema mediático sólido”, agregó Sandoval-Palos.

Asimismo, aplaudimos a Latria Graham, quien también recibió un premio Mosaic este año por su poderosa narrativa. Como parte de una familia de trabajadores agrícolas de cuarta generación de Spartanburg, Carolina del Sur, Graham aporta una perspectiva profundamente personal y perspicaz a sus reportajes sobre raza, cultura sureña y las experiencias de comunidades con escasa representación.

Valeria Fernández, editora general de palabra, fue la primera ganadora del American Mosaic Journalism Prize en 2018.

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Una vez que los incendios de Los Ángeles, California, estuvieron casi contenidos, aproximadamente tres semanas después de que quemaran una parte importante de la ciudad, me reuní con Zaydee Sánchez, una fotoperiodista que nutre su lente con la comunidad e infunde en sus palabras escritas un cuidado inmenso, precisión y humanidad. Periodista generosa con sus colegas, parece no soltar la cámara ni siquiera mientras duerme. Atenta todo el tiempo. Conversadora. Pasa del inglés al español sin darse cuenta.

Nos tomamos un café en la casa de Rubén Tapia, periodista y amigo común, en Compton. Yo andaba reporteando sobre la recuperación de la ciudad y ella salía de una cobertura e iba en camino a otra. Así que no teníamos tanto tiempo. Nos habíamos conocido en Los Ángeles un par de meses antes, durante un panel de la convención de la National Association of Hispanic Journalists (NAHJ) en el que hablamos de nuestras experiencias trabajando para palabra, el medio de prensa en el que ella comenzó su carrera como fotoperiodista y yo comencé mi nueva vida como freelancer en los Estados Unidos, un año después de llegar de Cuba.

—¿Cómo fue cubrir los incendios? —le pregunté.

—Oh, los incendios —respondió—. Es lo más desafiante que he tenido que cubrir.

Dijo esto en un momento en el que se preparaba para cubrir una historia en la frontera con Tijuana. Lo dijo aunque ha narrado el sufrimiento desde el mismo corazón del sufrimiento.

Explicó que, desde el momento en que sonó la primera alarma de incendios, trabajó sin parar para Reuters durante cuatro días y hasta 14 horas diarias. Recibía llamadas de medios de comunicación de todo el mundo. La ciudad era un caos, un infierno, el cielo naranja. La propagación del fuego fue tal, que Zaydee no estaba segura de si llegaría a su casa, a nueve millas de Altadena, Los Ángeles. Pero allí estaba ella, en Altadena, una de las zonas más dañadas por los incendios, con una cámara, botas y una máscara.

 

Residentes trabajan juntos para apagar las llamas que envuelven las casas de su vecindario mientras los incendios forestales avanzan en Altadena, California, Estados Unidos, 8 de enero de 2025. Estas fotos forman parte de la cobertura del incendio para Reuters. Foto de Zaydee Sánchez para Reuters

Bassam Marjiya, su padre y amigos buscan importantes documentos entre los escombros de lo que fue su bufete de abogados, destruido por los incendios forestales en Altadena, California, Estados Unidos, 9 de enero de 2025. Foto de Zaydee Sánchez para Reuters

 

—Lo más difícil para mí fue tomar fotografías de personas que veían sus casas destruidas —dijo—. Porque estás caminando y ves la casa ardiendo, no puedes ver el sol, hay mucho humo, la montaña está en llamas y la gente está llorando. Llorando como niños.

En esa situación, ¿cómo le pedirías a alguien que te dejara tomar una foto? Tienes que enchufarte con la escena y con la gente en cuestión de segundos.

La estrategia de Zaydee: un vistazo. 

—Si la gente me cierra la cara (baja la mirada), significa: “por favor, no me hagas una foto”. Pero, si te veo, levanto la cámara y lo máximo que me haces es una mirada así —al decir esto, me miró fijamente—, sé que me permitirás hacerte una foto.

 

Carolina Ramirez-Sanchez parada entre los escombros de la que fue su casa durante 21 años, en Altadena. Ramirez-Sanchez tenía numerosos árboles frutales, incluido un árbol de mandarinas en el patio delantero, donde Ramirez-Sanchez y sus hermanos recogían fruta, un recuerdo que ahora el fuego se llevó. Estas fotos pertenecen al reportaje “I just really want my home back”, publicado en The 19th, sobre mujeres que reflexionan acerca de las consecuencias del incendio de Eaton y la destrucción que causó en su comunidad de Altadena, un remanso multicultural durante generaciones. Foto de Zaydee Sánchez para The 19th

Anniah Baynes, una estudiante de 18 años del último año de secundaria, perdió la casa de su infancia en el incendio de Eaton Canyon, en Altadena, California. Foto de Zaydee Sánchez para The 19th

 

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Zaydee creció en Tulare, un pueblo rural cuatro horas al norte de Los Ángeles. Es hija de inmigrantes mexicanos y tiene dos hermanos y una hermana. Recuerda haber vivido en un motel durante un mes, cuando tenía 7 años, mientras sus padres buscaban trabajo. El motel tenía piscina y esto le daba la ilusión de que ella y su familia eran millonarios.

—¿Cómo es ser hija de inmigrantes? —le pregunté.

—Es confuso.

Por un lado, por el idioma, explicó: inglés en la escuela, español en casa. Por otro lado, porque, culturalmente, no sabes bien a dónde perteneces. Y, finalmente, dijo, porque creces con miedo.

—Una vez, las autoridades de inmigración detuvieron a mi padre. Eso era algo de lo que siempre tuvimos miedo. Pero, cuando eres niña, no sabes qué es la inmigración ni qué es ICE —agregó refiriéndose al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas; ICE, por sus siglas en inglés—. Sabes que alguien no te quiere y que debes tener cuidado sobre a quién le abres la puerta... En cualquier caso, ellos están bien contigo, pero no con tus padres. Pero, al mismo tiempo, piensas que no les importas porque a ellos no les importan tus padres.

 

Las luces iluminan a los trabajadores agrícolas en los campos mientras cosechan durante la noche en Greenfield, California, el 10 de noviembre de 2023. Foto tomada para el reportaje “They Believe Pesticides Caused Their Cancers. Proving It Is Almost Impossible”, publicado por The Wall Street Journal, sobre los trabajadores agrícolas de Salinas Valley, en California, que trabajan en campos con pesticidas asociados a distintas enfermedades, entre las que se incluyen algunos tipos de cáncer. Foto de Zaydee Sánchez para The Wall Street Journal

Zaydee Sánchez reporteando en Greenfield, California. Foto cortesía de Zaydee Sánchez

 

Dejaron el motel cuando su padre encontró trabajo en el campo. Su madre empezó a limpiar casas y luego se ganó la vida como cuidadora de personas mayores. Zaydee, que todavía no cumplía 10 años, se ocupó de sus hermanos y de su nuevo apartamento.

Escuchaba historias: de un vecino que fue deportado, de una redada en una fábrica, de alguien que murió en un accidente de tránsito huyendo del ICE.

No le abras la puerta a nadie.

—Sabíamos que esas eran las reglas.

Dijo que alguien siempre se estrellaba contra un árbol mientras huía en esos accidentes de tránsito.

No le abras la puerta a nadie.

Era una niña que escuchaba en silencio y se guardaba las preguntas en el bolsillo.

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—El periodismo es como una forma de responder a todas las preguntas que tenía de niña, ¿no? Sobre por qué las cosas son como son.

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—¿Con qué cultura te identificas? —le pregunté.

—Bueno, cuando estoy en Estados Unidos, me siento mexicana y, cuando estoy en México, me siento estadounidense.

—¿Y si estás en Europa, por ejemplo?

 

Frida Fierros salió de Guadalajara, México, en marzo de 2023 con solo $40, huyendo de la violencia y los malos tratos en el hogar por ser una mujer trans. Buscó seguridad en Los Ángeles, en un centro para latinos e inmigrantes trans, con la esperanza de un nuevo comienzo. Esta foto fue tomada para “California's transgender Latinx people find refuge and empowerment in community”, un reportaje publicado en High Country News. Foto de Zaydee Sánchez para High Country News

“Gran parte de mi resiliencia proviene de mi fe”, dice Frida Fierros mientras pone su mano sobre una imagen de la Virgen de Guadalupe. Foto de Zaydee Sánchez para High Country News

 

—Me siento estadounidense. Creo que me siento más mexicana aquí porque hay mucho racismo, ¿no? En México todos son mexicanos, pero aquí eres afroamericano, mexicanoestadounidense… No puedes ser simplemente estadounidense, ¿me entiendes?

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Altadena está llena de inmigrantes. Puedes hablar español con prácticamente cualquier persona que conozcas. Para Zaydee, freelancer desde 2018, ser bilingüe le ha servido como llave maestra. La manera mesurada y delicada con la que observa el mundo también le ha sido muy útil. Cuando llega a un lugar, lo primero que hace es buscar la luz y ver dónde posicionarse; mañas que ha ido aprendiendo con la práctica. 

En Altadena, entre el bullicio de bomberos y vecinos que intentaban salvar sus vidas y sus pertenencias, mientras el fuego se tragaba las montañas y las calles, Zaydee volvió a sentir miedo. Se preocupó por sus amigos, por la gente que conoce, por la ciudad.

—Pero soy periodista de Reuters, ¿no? Estoy trabajando con un equipo en el que (te) dicen: “Vas aquí, vas allá, vas aquí”, y estamos trabajando de forma segura. Tienes que registrarte, compartir tu ubicación y hablar con el editor. Hay que trabajar más rápido para entregar las fotos porque van a internet, donde los grandes medios como The Wall Street Journal o The New York Times toman las fotos del cable.

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Así que, durante los incendios, iba corriendo de la gasolinera al hospital, al refugio de animales, a una casa, a otro barrio... Escogía las fotos en el carro y las entregaba a Reuters, sin parar.

—Fue un reto para mí porque somos seres humanos y uno siente ese dolor, ¿no? Uno siente ese dolor.

Llegó un momento en el que empezó a sentirse entumecida, trabajando de manera automática como un robot. Así que, al quinto día, decidió descansar.

—Pero luego seguí haciéndolo. Como periodista, sientes que debes estar ahí, ¿no?

—Entonces, ¿cuándo paraste?

—No he parado.

Nos despedimos rápidamente. Ella iba rumbo a Tijuana. Cuando regresara a Los Ángeles, sin descanso, seguiría narrando la reconstrucción: la suya, esa que trabaja a través del periodismo y la de la ciudad.

 

Alumnos de la Aragon Elementary School abrazan a su maestra, Diane López. Foto del reportaje “The Catch Up”, sobre el impulso dado por el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles a las clases particulares para contribuir a la recuperación tras la pandemia. Foto de Zaydee Sánchez para palabra

Temprano por la mañana, Silvia Garcia recoge con ritmo, rápida y eficientemente cada racimo de uva antes de que las temperaturas alcancen los 90 grados Fahrenheit. Foto del reportaje “Unheard, Overlooked and Exposed”, que destaca la lucha de los trabajadores agrícolas por recibir servicios sanitarios durante la pandemia de COVID. Foto de Zaydee Sánchez para palabra

Jade Green y su madre, Claudette Hubbard, en la casa de Claudette en Los Ángeles. Foto tomada para “Disrupting the School-to-Prison Pipeline”, un reportaje que forma parte de la serie de investigación “Safe to Learn”, que exploraba cómo las comunidades definen la seguridad para sus hijos y qué necesitan esos niños para desarrollar todo su potencial dentro y fuera de las aulas. Foto de Zaydee Sánchez para palabra

Sandy Avila, delante del mural de Villa Parke, recuerda cómo creció en el barrio: “Tenemos que recordar de dónde venimos”, dice. “Tenemos que recordar dónde empezó todo”. Foto del reportaje “Las Lowriders”, sobre las mujeres que están cambiando la escena lowrider en Los Ángeles. Foto de Zaydee Sánchez para palabra

 

 
 

Jesús Jank Curbelo es un periodista cubano. Ha escrito artículos en inglés y español para medios en Estados Unidos, Argentina y Perú, entre otros países. Es autor de la novela Los Perros (2017). @jankcurbelo

Valeria Fernández es la editora general de palabra. @valfernandez

 
 
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